
A lo largo de las sinnúmero historias en las cuales Dracula se hace presente, tal personaje ha tenido hijos (Dracula and Son, Son Of Dracula), hijas (Dracula's Daughter), nietas (Nocturna: Granddaughter of Dracula), novias (The Brides Of Dracula), abuelos, ha sido negro (Blacula y Scream Blacula Scream!), ha ido al futuro (Dracula 3000), se ha enfrentado a otros personajes famosos (Dracula Vs. Frankenstein, Billy the Kid Vs. Dracula, Batman Vs. Dracula...) incluso tuvo su versión española; entonces, ¿por qué no podría tener Dracula un perro? Pues por eso mismo está Zoltan: The Hound Of Dracula, un film que empieza con un grupo de militares (haciendo sus prácticas de guerra, o disparándole a los árboles o quién diablos sabe qué) encuentan una cripta llena de ataudes, sin saber que se trata de la cripta familiar (?) del mismísimo Dracula (o un descendiente de Dracula, demasiado complicado el asunto familiar). Como todo grupo razonable haría, deciden dejar a un tipo cuidando el descubrimiento mientras regresan al siguiente dia con personas más experimentadas. Claro que no sabían que en uno de los ataudes se encontraba Zoltan, el cual vuelve a la vida (o a la no-vida, o a lo que sea) y ataca al pobre guarda para luego traer de nuevo a la vida, no a su amo Dracula, sino a Veidt; una especie de zombie-sirviente de Dracula (el cual no necesita alimentarse de la sangre). De aquí que decidan buscar un nuevo amo; el cual es un americano y único descendiente de Dracula; llamado Michael Drake. Personaje el cual se prepara para unas vacaciones famliares lejos de la ciudad junto con sus perros y sus pequeñas crias. Pués más descabellado pareciera que no podría ponerse; pero eso es solo el comienzo. Con bastantes flashbacks que explican la historia, la innolvidable cara y voz de Veidt (Reggie Nalder) controlando a Zoltan, la foto de Dracula junto a su mascota que guardaba su único descendiente (?) la cual, creo yo, era la foto de perfil del facebook de Dracula, los ataques de los perros-vampiros, la credibilidad que tienen los extraños rusos a la hora de contar historias increibles y el final del film... imperdible. Los perros-vampiros son memorables, así como lo inútiles que resultaron ser (la cabaña fue casi el mejor trabajo que hicieron), y el poderoso Zoltan de ojos que brillan en la oscuridad y una sed insaciable de sangre...de perro (algo obviamente lógico debido, además, a la total ausencia de Dracula; exceptuando sus breves apariciones en flashback y en fotografías: olvidense de eso de que no tiene reflejo).






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V.O.S.E
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